Las condiciones del mercado en medio de una serie de factores que nunca antes existieron, han provocado muchos cambios en los objetivos, estructuras y procesos de las empresas; por ello es esencial que los líderes tengan en cuenta los nuevos retos que se presentarán en los clientes, proveedores y especialmente los colaboradores.
Gerentes acostumbrados a reuniones presenciales, detectaban en ellas los problemas que tenían sus clientes, proveedores o colaboradores a través del lenguaje visual, corporal, directo y fluido. Hoy esto ha cambiado. Los clientes, proveedores o colaboradores se enfrentan a nuevos problemas, miedos y dudas como: qué pasará con la empresa, qué pasará con ellos, qué esperan del vínculo empresarial o laboral, que esperan sus jefes de ellos con la carga adicional de cuidar de su familia, o tal vez sobrellevar la pérdida de un familiar.
El primer punto importante será comunicar el propósito de la empresa, que refleje los valores institucionales. El segundo punto: “comprometerse”. Esto puede impulsar la confianza, la seguridad y la moral necesaria para seguir adelante. El tercer punto es elegir bien el medio de comunicación. Que vean su rostro comunicando sus intenciones será más efectivo que un correo, llamada o mensaje por whatsapp.
¿Qué vas a hacer?