Todo como Servicio (XAAS)

Uno de los principales cambios que ha provocado la pandemia del COVID-19 ha sido sin duda el trabajo remoto y con ello la necesidad y el reto de las empresas por proporcionarles a sus colaboradores todos los servicios necesarios para que puedan desarrollar sus actividades laborales, especialmente las asociadas en el ámbito de las tecnologías de la información.

ANTECEDENTES

Imaginemos a un empresario que iniciaba sus actividades hace unos años con algunos empleados en las áreas: logística, contable, comercial y de operaciones. Primero debió conseguir una oficina lo suficientemente amplia para albergar a los primeros empleados y permitir el crecimiento de los próximos años. Luego, debió adquirir mobiliario y computadoras para cada uno, algunas impresoras, escáneres, seguramente un servidor, implementar una red estructurada para darles acceso al servidor a través de un switch, un router para darles acceso a internet. Muy probablemente, debió adquirir algunos software específicos para el área contable, logística y comercial, licenciar los accesos a las diferentes aplicaciones. Todo ello implicó grandes inversiones que debieron ser depreciadas en algunos años.

El uso de los archivos compartidos a través del file server, o del software contable para el registro de las operaciones, o del CRM utilizado por los comerciales pero que residía en el servidor, se vio rotundamente afectado por la pandemia del coronavirus cuando la mayor parte de los usuarios fueron enviados a trabajar de forma remota. 

Proporcionarle un equipo de cómputo a sus colaboradores para poder trabajar desde casa, una impresora donde puedan imprimir sus documentos, o un escáner para que puedan escanearlos, darle los mecanismos para que puedan acceder a los archivos del file server ubicado en la oficina, o al software contable o a la aplicación comercial, han sido los grandes retos de los empresarios para poder seguir operando sus empresas.

PaaS, IaaS, SaaS

Es entonces que la terminología PaaS, IaaS y SaaS – ya existentes hace varios años – comienzan a tener mucho sentido como mecanismo de solución para el trabajo remoto. Plataformas como Servicio (PaaS), Infraestructura como Servicio (IaaS) y Software como Servicio (SaaS), son la solución para muchas empresas que se han visto afectadas por la pandemia y deben mantener a sus colaboradores en trabajo remoto manteniendo la operatividad de sus negocios pagando por ello como si fuera un servicio, con características definidas por un plazo específico.

La tecnología cloud, presenta un sinnúmero de posibilidades para tomar servicios que ayudan a las empresas a continuar con sus operaciones, con casi las mismas capacidades que tenían antes con sus infraestructuras propias.

Tener un servidor en la nube, o un ambiente donde compartir archivos y donde puedan acceder de forma segura, es algo muy simple hoy en día. Obtener una herramienta de CRM o un ERP, al que puedan acceder desde cualquier lugar los colaboradores de una empresa y pagar según su uso u obtener decenas de aplicaciones productivas y especializadas para cada área de una empresa, pagando de forma variable por su uso (por usuario, por tiempo) es una realidad que hace más ágil la gestión de las compañías.

XaaS – Everything as a Service

Pero lo real es que ahora muchas cosas se podrán obtener “as a Service”. Hardware y Software que antes eran común adquirirlos como un Activo Fijo y que significaban grandes inversiones, afectando el flujo de caja de la empresa y que debían depreciarse o amortizarse a través de varios años (según lo que indique las normas reguladoras de cada país) ahora podrán ser adquiridos como servicios, no afectando el flujo de caja y devengando el gasto de forma variable y en los períodos de uso.

La crisis generada por el coronavirus ha provocado grandes cambios en las empresas, hizo más intenso el trabajo remoto, hizo que el trabajo sin horarios en casa sea algo común, y aceleró la necesidad de ser innovadores, de ser más eficientes y productivos.

Ahora podríamos imaginar a los empresarios iniciando nuevos emprendimientos sin la necesidad de realizar grandes inversiones, reduciendo el riesgo y variabilizando una serie de aspectos que antes debían ser fijos.

Un nuevo emprendimiento no necesitará una oficina, podría iniciar en un coworking, contratar al personal fijo estrictamente necesario y tercerizar todas las actividades de apoyo. Para el personal fijo, podrá ahora conseguir “computadores como servicio” (DaaS – Desktop as a Service), ordenadores con características de última generación, con sistema operativo y aplicaciones pagadas como servicio (SaaS). Servidores en la Nube donde se alojarán los archivos comunes, y tendrán aplicaciones en la nube que podrán compartir y conseguir un ERP o un CRM en la nube y pagar por el número de usuarios que utilicen. Si continuamos analizando podremos encontrar múltiples elementos que hoy podrán añadir la facilidad para un emprendedor de variabilizar sus gastos e inversiones. Adquirir maquinaria, equipos de alto valor y de alta tecnología, unidades vehiculares entre otros, que pueden ser hoy conseguidos como servicios por algunos meses, permiten a los emprendedores ser más innovadores, más ágiles, más efectivos y eficientes.

Conclusión

Las empresas que no cambien sus modelos de negocios para el 2021 irán desapareciendo en poco tiempo. La empresa con una gestión tradicional llegó a su fin en el 2020. Con una limitación en recursos, especialmente los económicos y ante una alta incertidumbre, se necesita ser muy cauto con las inversiones. Una empresa nueva, con altos componentes tecnológicos y con mucha flexibilidad para la innovación, reemplazarán fácilmente a una que lleva haciendo lo mismo hace 20 años o más.

ROBERTO GARCIA
ROBERTO GARCIA
Empresario y Ejecutivo con sólido manejo en el área administrativa y financiera, con experiencia multifuncional que incluye elaboración de proyectos, consultoría, marketing, ventas, planes de negocio y relaciones institucionales. Gran habilidad para liderar grupos de trabajo y encaminarlos al logro de objetivos. Eficaz negociador con facilidad para adaptarse a situaciones nuevas y trabajar bajo presión.

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