El año 2020 para el Perú y para muchos países del mundo ha significado un punto de inflexión en una serie de transformaciones necesarias. Una de ellas sin duda ha sido la transformación digital a niveles impensados por ningún país, pero otra de las transformaciones es la cultural, a través del componente social.
Y es que la sociedad en su conjunto se ha visto afectada por los cambios que la crisis sanitaria trajo consigo, desde la necesidad obligada de: trabajar desde casa o que los hijos sigan sus clases desde casa (y/o ambas cosas a la vez), dejar de contar con muchos servicios que antes contábamos y que hoy producto de la pandemia evitamos o simplemente no podemos tener por temas de seguridad (servicio de empleada, limpieza, cocina, gasfitería, electricista, entre otras).
Esta transformación social ha traído consigo nuevos comportamientos de las personas, obligados por la situación y que debemos acostumbrarnos… y hacerlo ahora parte de nuestra cultura. Por ejemplo: el trabajar desde casa con los sonidos naturales de la casa, que ciertamente para la actividad que desarrollemos lo podemos catalogar como ruido, o trabajar desde casa con un fondo poco profesional o ejecutivo, pero es el fondo natural de la casa de muchos, o que dadas las circunstancias de atenciones en el hogar, no nos permite estar en ropa ejecutiva durante toda la jornada laboral y en repetidas oportunidades, “salvamos” esta situación (o la evitamos) apagando nuestras cámaras, o manteniendo permanentemente nuestros micrófonos apagados.
Será que debe llegar ya el momento de ser más empáticos y aceptar esas cosas “irregulares” – pero naturales – que implican trabajar desde casa, con nuestros hijos en ella, y con “nuevas” condiciones – que son las mismas de siempre – en todos los hogares.
El comprender estos nuevos entornos, que dibujan nuevos escenarios de trabajo, nuevos escenarios de recepción de una clase, nuevos escenarios de estudio, nuevos escenarios del hogar, talvez traiga consigo una nueva transformación social, cultural, digital y de nuevos productos y servicios que ahora se demanden.
Sería bueno que los gerentes de las compañías comuniquen a sus colaboradores de esta transformación social y de cuál es su posición – de cara a ser más naturales – y aceptar los “nuevos” comportamientos que son, sin la menor duda, los mismos que todos vivimos en dichos entornos.