Viernes, 23 de junio del 2017
• Elizabeth García Andia
• elizabeth.garcía@diariogestion.com.pe
El tener una idea innovadora y plasmarla en un negocio es el primer paso para los emprendedores. Pero si no tiene un adecuado manejo de sus finanzas esta buena idea puede terminar en fracaso.
No necesita ser un experto financiero para manejar los números de su empresa, pero sí cierto bagaje en algunos conceptos básicos para un buen comienzo de su emprendimiento.
Fernando Larios, especialista de la Facultad de Economía de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), nos da algunos tips para que el negocio que emprenda empiece con buen pie.
INVERSIÓN
Cuando uno va a emprender un negocio, lo que tiene que hacer es pensar en qué se va a meter. Debe preguntarse si conoce el mercado, a sus demandantes y competidores, y cómo estos se mueven. Esto le ayudará a estimar qué monto de dinero necesitará para iniciar su negocio, es decir, la inversión, a partir de la cual usted podrá estimar cuánta rentabilidad obtendrá.
PLAZO
Por lo tanto, tiene que hacer un buen estimado de cuál sería el tiempo en que requiere recuperar esa inversión, y si la va a hacer con recursos propios o compartidos con un socio, o con un préstamo bancario, señala el experto.
PLAN DE NEGOCIO
Quien va a hacer un negocio tiene que delinear un plan y diseñar un cronograma de futuros flujos de caja que le van a a permitir a la persona tener una ganancia. Para ello, debe conocer lo que es el valor presente.
Con esto, se podrá elaborar un primer indicador que es el Valor Actual Neto (VAN), muy conocido en finanzas y que resume y dice si nuestro negocio es rentable o no, señala Larios.
Siempre se recomienda que el que ya emprendió un negocio debe actualizar su flujo de caja para saber si lo está haciendo bien.
CAPITAL DE TRABAJO
Dependiendo del tipo de negocio, debe tener el capital de trabajo adecuado. Este es el dinero que tiene que destinar para consumo, gasto diario y caja chica. Para determinar su monto, tiene que hacer un ejercicio de destinar un porcentaje de los gastos operativos.
Entonces, la persona podrá anticipar desembolsos para gastos corrientes, que posibiliten un normal funcionamiento de su negocio sin destruir su reputación de buen pagador.
